Yo misma, en un principio (y aún a día de hoy sigo con
mis reticencias), me negué a colgar nada aquí, a compartir mis escritos. Lo
cierto es que era más bien una mezcla de sensaciones y miedos para conmigo
misma que otra cosa. A alguno le sonará aquello del síndrome del impostor, pues
servidora lo ha sentido durante mucho tiempo al saberse rodeada por cabecitas llevadas
con pies tan fuertes, valientes y válidos a su alrededor. (Sí, va por todos
vosotros, compañeros.)
Esto no va a ser una respuesta a ninguna entrada en
particular y a todas en general. Quizá una suerte de agradecimiento (y es que
cuánto se aprende en silencio, en lo oscuro, leyendo y escuchando lo que otros
verbalizan). Puede que el significado del blog, en definitiva, fuera una mezcla
de muchas cosas: la creación de pensamiento, de dudas, de debate, de crítica (y
autocrítica). De comunidad. Sea como fuere, y aunque pudiera haberse hecho de una mejor manera para otra ocasión, no ha estado del todo mal como experimento
participativo. Ha sido un modo cuanto menos curioso de descubrirnos a nosotros
mismos, de abrir las corazas y despuntar el ingenio de cada cual. (También, por
qué no decirlo, una vía de escape alternativa que, considero, nos hacía falta
entre tanta feria impostada.) Me ocurrió algo similar en la clase en la que
compartimos un objeto preciado con todos: me he reído a carcajadas, sorprendido
en ocasiones, quedado incluso un tanto “tocada y hundida” con algunos de
vosotros; desde luego, una no se queda indiferente tras todos estos meses de
idas y venidas, de experiencias, reuniones y disputas agitadamente cálidas. Si
algo saco a relucir de todo esto es que todos tenemos una historia que contar y
no debemos sentirnos diminutos por querer hacerlo, sino luchar para lograr
nuestro camino.
Si me lo permitís, esto será lo último y, para mí, más importante que diré (o, al menos, por ahora): algunos de vosotros con vuestro tesón, implicación y terquedad me habéis enseñado –os lo puedo asegurar– muchísimas más cosas que cualquier
docente que hayamos tenido frente a ese pizarrón verde.
Hoy, con agradecimiento
y cariño, brindo precisamente por vosotros.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada